28 de mayo, 2023 //

Pollo sin cabeza. cuando no paras y estás siempre en el «tengo que» Debajo del Pollo sin cabeza hay mucho miedo al Rechazo y mucha Culpa. Este estado es una mezcla entre la huida, la procrastinación y la inmovilización. La disociación es extrema, ya que los deseos aparentes están en función de lo que se quiere evitar y no de lo que se desea realmente.

En la cuarta entrega de esta serie de posts sobre el Sistema Nervioso y su relación con el Ego te traigo la tercera reacción: el pollo sin cabeza. El nombre no es muy científico, pero la idea es adaptar el conocimiento científico sobre el Sistema Nervioso y la fisiología a nuestras circunstancias cotidianas. Porque sólo así dejaremos de macharnos y comprenderemos que alinearnos con nuestra Misión de Vida es cuestión de ir más lento, se más amable con nosotros mismos, y enfocarnos en ir en la dirección de lo que queremos.

En nuestra sociedad moderna, este estado se ha cronificado debido a la Culpa (y el córtex cingulado). Sin embargo, en este estado somos fácilmente influenciables y manipulables, estamos muy disociados de nosotros mismos y nuestros deseos, y nos hace proclives a enfermar. Para colmo, nos aleja de nosotros y de los demás, y deteriora las relaciones sociales. Sin embargo, necesitamos la conexión social para regular nuestro sistema nervioso. Socializar, abrazarnos, sonreír, mirarnos a los ojos, tocarnos es fundamental para nuestra salud psicológica, fisiológica y emocional, y para nuestro sistema inmune.

Cronificarnos en este estado nos lleva a creer que la vida es difícil, que los demás nos quieren hacer daño, que estamos sólos….

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